Políticas Públicas, Tarjetas de Crédito y Consecuencias Inesperadas
Probablemente haya escuchado—incluso quizá haya experimentado dentro de su propia organización—cómo las políticas públicas tienen cada vez un mayor impacto en todos los aspectos de la procuración de fondos y el sector de beneficencia. Cada aspecto de nuestra labor está influenciado por políticas diseñadas por los gobiernos en todos los niveles.
Pero a veces, las políticas que nos afectan no siempre son “públicas”—léase gobierno—pero aun así pueden tener un enorme impacto en lo que hacemos a diario.
Tomemos como ejemplo un cambio reciente en políticas de MasterCard, que este año anunció que va a reclasificar los donativos mensuales para beneficencia que se hagan mediante tarjetas de crédito como “suscripciones.” Este aparentemente pequeño e inofensivo cambio requeriría que las beneficencias enviaran a sus donantes mensuales con tarjeta de crédito una notificación cada mes dándoles la opción de cancelar su “suscripción.”
Piénselo un momento. Es una cantidad increíble de carga adicional para las beneficencias cada mes, e deja de lado por completo el singular tipo de relación entre una beneficencia y sus donantes, que no se parece nada a una venta o una relación basada en transacciones. Además, muchas beneficencias que trabajan con promotores en línea, ni siquiera saben cuál tarjeta de crédito van a utilizar sus donantes, agregando así otro nivel de complejidad a este cambio. ¿Y qué pasa si un donante mensual pide recibir solamente una carta de confirmación y recibo por su donativo una vez al año, pero es contactado por la beneficencia cada mes debido a esta política? ¡La beneficencia estaría de hecho trabajando en contra de los deseos del donante!
Entiendo por qué Mastercard está dictando este cambio. El fraude con tarjetas de crédito es demasiado común, y esta propuesta (supuestamente) ayudaría a reducir sus reclamaciones y disputas con los consumidores de cuotas por suscripciones mensuales—sean o no fraudulentas.
Pero como con muchas políticas propuestas, públicas o de cualquier otro tipo, son las consecuencias inesperadas las que a menudo tienen mayor impacto. Y esta propuesta simplemente se pasa de la raya y abrumará gravemente a las beneficencias, además de tener el potencial para obstaculizar la captación y retención de donantes.
Las propuestas entrarían en vigor el 22 de septiembre de 2022, pero Mastercard anunció recientemente que van a posponer la implementación hasta el 21 de marzo de 2023. Ese retraso ayudar a dar al sector de beneficencias tiempo para—y me refiero al sector global, ya que esta propuesta afectará a las organizaciones de todo el mundo—colaborar y ayudar a educar a Mastercard acerca del impacto de esta propuesta. AFP ya está trabajando con otros grupos para conformar una coalición global sobre este problema, y estamos endeudados con La Alianza de Organizaciones Sin Fines de Lucro (The Nonprofit Alliance) por la labor que ya ha realizado en este tema. Les mantendré al tanto a medida que la situación sobre este tema crítico se vaya desarrollando.
Hay dos lecciones que podemos aprender de todo esto. A medida que la tecnología se vuelve más común y estamos cada vez interconectados, los grandes corporativos y organizaciones en el núcleo de estos avances tendrán una gran influencia sobre nuestro trabajo. Nuestra labor en política “pública” quizá tenga que incluir más política “privada” a medida que enfrentemos normas y reglamentos propuestos por empresas como MasterCard.
En segundo lugar, la ley de las consecuencias inesperadas sigue tan vigente como siempre. Si recordamos nuestra labor en política pública a lo largo de los años, mucha de ella—especialmente en relación con reglamentos de beneficencia y procuración de fondos—se debe a propuestas bien intencionadas que tuvieron impactos inesperados y perjudiciales para nuestra profesión y el sector. Educar a los legisladores y entidades normativas sobre el singular papel que juega la filantropía, las singulares relaciones que hay entre las beneficencias y los donantes, y la singular labor y necesidades de los procuradores de fondos para beneficencias seguirá siendo una prioridad de AFP durante mucho tiempo.
Si usted tiene alguna idea acerca de nuestros programas de políticas públicas o cualquier otro aspecto de AFP, por favor envíeme un correo electrónico a Mike.Geiger@afpglobal.org o contácteme a través de Twitter en: @AFPMikeGeiger.
Mike Geiger, MBA, CPA